False friends, ¿los conoces?

Cuando te propones aprender un nuevo idioma, ya sabes que te vas a enfrentar a un montón de retos. La memoria, la habilidad y la práctica se convierten en la mejor combinación para superar estos retos que tienen que ver con la gramática, la morfología, la sintaxis, el vocabulario o la cultura. Cada nuevo idioma tiene sus propias dificultades y, aunque haya quienes defiendan que hay idiomas muy fáciles de aprender para un nativo de español porque son “casi iguales”, lo cierto es que aprender cualquier idioma, y aprenderlo bien, tienen sus particulares dificultades.

Pero en la lista de cosas a las que hay que enfrentarse en un nuevo idioma se encuentran entre las primeras posiciones los false friends, o mejor dicho, los cognados, que son esas palabras de las que, en cuanto las ves, piensas que ya sabes su significado porque en español se escriben o se pronuncian de forma muy parecida… La realidad es bien distinta, porque pensar que significan lo mismo que en tu idioma nativo es un error que pronto descubrirás: ¡Estas ante un false friend!




False friends: ¡Cuidado con los falsos amigos!


Ver estas palabras suele implicar una ligera sonrisa, ya que en el fondo piensas: “¡Qué fácil! Esto es algo que tengo en mi lengua, ¡una preocupación menos!” Sin embargo, poco vas a tardar en descubrir la realidad, esa palabra que resultaba familiar, poco tiene que ver con el idioma nativo que tan bien conoces.

Y sí, puede que al traducir un cognado o al encontrarnos con él en un texto escrito, incluso cuando alguien pronuncia uno de estos false friends, el contexto nos ayude a saber qué significa realmente, o no, pero además hay que asociar significante y significado a la hora de emitir enunciados, o sea, que también hay que tener muy claro qué significa esta palabra cuando se habla y, además, hay que conocer el término equivalente a la palabra a la que  asocias automáticamente ese cognado. ¡Menudo desafío para la memoria!

Quizás ahora estés pensando que estos de los false friends es otra traba para las dificultades que los españoles tenemos a la hora de aprender idiomas, pero no, en este caso ningún hablante de ningún idioma juega con ventajas frente al resto, todos los hablantes de un idioma se enfrentan a cognados cuando aprenden idiomas nuevos.

Pero, ¡ojo! Aquí tampoco hay mucho de lo que alegrarse, porque ello quiere decir que también saber un segundo idioma implica que el número de false friends a los que enfrentarse al aprender un tercer idioma aumente… O no, porque en ocasiones lo que para un hispanohablante es un cognado en un segundo idioma, no lo es entre el segundo y el tercer idioma que se habla.

Si ya estás aprendiendo un segundo idioma, o un tercero, o un cuarto, tendrás claro de qué va esto de los false friends, no disimules, porque es algo que más pronto o más tarde aparece y que en demasiadas ocasiones conduce a error, aunque solo sea por el contexto en el que se emplea la palabra en cuestión.



¿Cómo convertir un false friend en un aliado para aprender idiomas?


Para un hablante nativo de un idioma, cambiar la forma de ver una palabra que conoce y asocia con un determinado significado supone un reto, pero no hay nada que la práctica y el hábito de utilizar estas palabras que te traen de cabeza no resuelva, esta es la fórmula “mágica” para aprenderlas y, sobre todo, para asimilarlas.

¿Por qué no pruebas qué tal se te dan los false friends con una clase en línea en ClassGap?

 
¿Te ha gustado? Compártelo