Jose M.

Acabas de llegar a la Universidad a estudiar una ingeniería, o cualquier carrera de la rama científico-tecnológica, y ves cómo pasan las clases, una tras otra, y no eres capaz de seguirlas. Vamos, que no te enteras de nada. Supones que cuando te pongas con ello, cuando vengan los exámenes, serás capaz de entenderlo, como has hecho hasta ahora en el Instituto. Nada más lejos de la realidad. Te enfrentas por primera vez a una montaña de verdad, habiendo escalado pequeñas colinas. ¿Te imaginas intentar escalar el Everest después de haber entrenado subiendo el Mulhacén? En el instituto te prepararon para subir el Mulhacén, sin tener en cuenta que quizá al año siguiente querrías escalar el Everest. En la Universidad, te espera tu guía en la base del Everest para empezar a escalarlo, sin preocuparle tu experiencia previa. Te pregunta que qué has escalado antes, y al escuchar tu contestación piensa: "es tu problema". El Everest es el que es, no se va a mover, no se va a poner menos tendido o va a disminuir su altitud para tí. No va a haber más oxígeno para facilitarte la ruta. Ahí tienes la montaña. Necesitas quizá un guía, otro, diferente, que tenga en consideración cuál es tu experiencia previa, para poder ayudarte, enseñarte, mostrarte la forma más fácil de ascender a la cima más alta del mundo. Necesitas consejos, asesoramiento y formación, necesitas ayuda, en definitiva. Un instructor que te vaya proponiendo pequeñas metas algo más altas, pero no tan altas como lo es tu objetivo. Soy ese quía de montaña. Soy ese asesor, ese formador que te ayudará a escalar "tu Everest". Prueba la primera clase, porque si no te convencen mis métodos, si no crees que conmigo conseguirás escalarlo, no te voy a cobrar nada. Te espero!